Soy de esa clase de personas en el mundo que les gusta la fotografía. De esa especie de gente que disfruta de ella y de los especímenes más raros aún que intentar vivir de ella. Pero es que además si a eso le sumo que mi especialidad se ha centrado en un gran porcentaje en la fotografía móvil y uno de mis estilos favoritos es la fotografía de calle ya me convierten en un bicho bastante raro.
A pesar de todo esto (y aun dedicándome a más estilos y a más cosas dentro del panorama) hoy os quiero comentar algunas razones por las que me gusta ser fotógrafo callejero y porque considero que, a pesar de tener algunas cosas en contra.
#1 – Plasmar la vida que me rodea
Reconozco que esta es una de las principales razones por las que esta fotografía me atrapó y me atrapa cada día más. Respirar la esencia de lo que te rodea, a veces, no es fácil cuando no eres capaz de pararte a observar, caminar y conocer. Creo que una de las verdaderas conciencias por las que siempre intento atrapar esos momentos de calle es por el ansia de conocer y dará a conocer a los demás esos instantes que para muchos pueden pasar desapercibidos, incluso cuando es un sitio por el que pasan todos los días.
Hay mucha gente que cree que hay cosas que sólo pueden suceder en las películas, pero lo cierto es que eso es así porque muchas veces nunca se han parado a observar bien en el día a día como lo hacen cuanto están delante de una pantalla durante un par de horas.
#2 – No hay razones para que me digan que hacer
Podría parecer que odio que me den ordenes, y para nada es así; pero reconozco que, por tener que realizar otro tipo de trabajos en los que la libertad no la tengo demasiado “definida”, el poder que se me da para mostrar mi propia visión y estilo es algo que muchas veces no se paga con dinero (a pesar de que a veces si lo sea con el paso de los años).
Este suele un punto que me gusta porque el liberarme de ciertas presiones me ayuda inmensamente a mejorar más y más.
A pesar de esto, decir que aunque no haya “jefe”, yo soy mi propio jefe y nunca dejo que ciertos valores que no van conmigo y que puedan ser hirientes puedan entrar en mi forma de trabajo o en mis fotografías.
#3 – Es una fotografía bastante dinámica
Lo sé, muchos de los fotógrafos que no practiquéis está disciplina me podréis decir que para vosotros vuestros estilos o dinámicas lo son igualmente; pero para mi, que he trabajado y trabajo en otras disciplinas, considero la fotografía de calle una forma de no estar quieto.
Es un estilo fotográfico que suele requerir de andar y observar mucho. A veces puede que debamos quedarnos parados durante un poco de tiempo en un lugar buscando la toma exacta; pero salvando excepciones, considero que esta disciplina me ayuda a adaptarme a muchísimos medios en un corto espacio de tiempo.
El conocimiento cultural, de la luz, de la perspectiva y del entorno que me rodea siempre suele ser algo muy cambiante en el momento que doy unos cuantos pasos. Todos estos cambios suelen hacer que los reflejos y capacidad de reacción aumenten mucho.
#4 – Es fotografía con MAYUSCULAS
Cuando me refiero a este punto no lo digo porque los demás estilos no sean fotografía, y para nada que sean poco valorados; pero es muy cierto que la fotografía de calle cuando tiene una buena narrativa visual es un estilo muy gratificante realizarlo.
Aunque su valoración no suele ser muy grata por gente que no la ha practicado y la considera una fotografía “fea” o “falta de belleza”, para mi es uno de los estilos que mejor expresan los sentimientos del mundo que nos rodea.
Se muy bien que la fotografía callejera no es la que más “likes” levanta en Instagram, Facebook, u otro tipo de lugares donde compartir fotografías; pero lo verdadera cierto es que para mi eso no significa nada en absoluto, pues considero que gran parte de ello se produce porque mucha gente no llega a comprender los motivos reales del porqué de cada toma. Creo que para un fotógrafo callejero es esencial la labor pedagógica tanto dentro de una toma como fuera de ella.
Y eso último, la labor pedagógica, creo que es un aspecto esencial que todos los que practicamos esta disciplina debemos hacer. Dejar claro que no somos enemigos de nadie ni que queremos robar “el alma” de nadie. Sobre todo, porque una de las principales razones por las que fotografiar la calle creo que debería ser dar a conocer lo que nosotros conocemos, desde el respeto.
Así que, la próxima vez que vayáis a fotografiar la calle recordad lo bonito que es poder hacer esas fotografías, no tener miedo a mostrar lo que vemos (siempre desde el respeto), y por supuesto sin importar si nuestra fotografía será valorada por una o cien mil personas. Al final, la fotografía es sentimiento y tarde o temprano, y si son de verdad, lo bueno se acaba viendo.
Estas son algunas de las razones por las que me gusta hacer este tipo de fotografía. ¿Tenéis vosotros algunas razones diferentes? ¿Qué os motiva a salir a hacer fotografía callejera? Comentadme cuales son.