En fotografía sabemos que la luz es uno de los puntos más importantes para la consecución de la imagen final. Esta luz nos influye en muchos aspectos tales como la propia narrativa visual. Es por todo esto que, siempre existen recomendaciones para usar un tipo de luz u otro en función de la fotografía o el estilo fotográfico que queramos realizar.
Por ejemplo, se suele decir que la luz del medio día suele ser una luz muy mala para realizar retratos debido a su dirección; y por tanto a la creación de sombras bastante indeseables en la cara de las personas. Pero, ¿es así con todo los estilos? en absoluto. Y es que este tipo de luz con grandísimo contraste es una de las mejores luces (por su dirección y en muchos casos ser luz muy dura si conseguimos que no tengamos un día nublado).
Para la fotografía de calle, este tipo de luz dura, y en la que el sol suele estar posicionado en zonas altas, suele ser muy buena para conseguir una narrativa visual especial y muy vistosa. Muchos me diréis que, para algunas fotografías de calle, la regla de las sombras sobre la cara de las personas suele ser la misma. Y es cierto, pues para según que estilo fotográfico de streetphotography es quizá mejor una que otra luz. Pero esto es un ejemplo pues, otro muy diferente, puede ser el de la luz producida al atardecer, que sigue siendo dura aunque su dirección haya cambiado. Ambas dos tipos de luces son muy buenas para la fotografía de calle y generar fotografías de alto contraste; aunque como sabéis, las dos no son igual de buenas para otros estilos.
– Usar la luz del medio día en la ciudad
Aunque en la fotografía callejera la luz del medio día, al encontrarse el sol encima de nosotros, nos facilita la tarea para conseguir buenas tomas en ciudades en las que los edificios son más altos y nos generan sombras sobre calzadas u otras zonas de la escena. Esto nos ayuda, enormemente, a conseguir excelentes sombra lineales o geométricas con una muy buena definición.
Caminar durante un rato por la zona, al igual que si podemos ir más de una vez para estudiar el lugar puede ser genial para conseguir buenas fotos. Siempre suelo decir que para determinadas fotografías, el estudio del lugar y saber cómo se comporta la luz a lo largo del día es el principal punto de inflexión.
– Composiciones sencillas para el alto contraste
En este tipo de fotografía de alta contraste la composición es una parte más que esencial. Hay que darse cuenta que habrá partes que se revelen y que estés bien expuestas, mientras que otras las tendremos que dejar en una subexposición casi excesiva (por no decir en “NEGRO puro”).Todo debido al rango dinámico de la cámara o también a nuestro estilo.
Esto significa que, ya de por si esas partes van a formar parte de una composición por lo que, es importante generar fotografías sencillas sin muchos elementos de distracción.
– Jugar con las líneas y elementos geométricos
Sin duda este es uno de los puntos que más me gustan; y es que al ser una luz muy dura la definición de las sombras es muchísima. Esto nos da la posibilidad de que con una buena exposición vamos a conseguir sacara relucir muchas líneas y elementos geométricos en la escena. Para conseguir este tipo de cosas es importante estudiar los lugares, cómo bien os dije antes. La arquitectura del lugar es parte esencial para conseguirlo y fijarse bien en ella.
Aunque luego no vaya a formar parte de la escena de forma visible, es importante estudiar toda la zona para saber que tipo de luces y sombras arrojarán los edificios, personas, o cualquier otro elemento sobre la escena.
Buscar la generación de líneas, y demás elementos con las zonas expuestas y subexpuestas es algo que debemos intentar, al igual que una coherencia entre todas ellas.
Yo siempre estoy mirando en todas direcciones cuando voy a hacer fotos. Y es que, muchas veces, hay que intuir la foto incluso antes de que se pueda producir visionando la luz o cómo puede llegar a ser en según que momento.
Conseguir esto es un punto a tu favor en la evolución de tu visión fotográfica. Siempre digo que para mejorar en este aspecto, debemos apuntarnos lugares, tipos de luz, horarios, etc… debe ser un MUST.
– Exposición y enfoque
Este es un gran punto en el que tenéis que prestar mucha atención a la hora de disparar en función de la escena que queráis representar. Hay momentos que tendréis que exponer a una zona u a otra según lo que queráis contar. Yo siempre os sugiero que prestéis atención 1 – primero a la exposición, para 2 – seguidamente poner el punto de enfoque y ya 3 – después configurar en el móvil (o cámara) la exposición.
Este punto hay que tener muy en cuenta llevarlo a cabo bajo dicho orden en cámaras sin visor (en las que sólo vemos la escena en pantalla), y en las que se produce el cambio de exposición en tiempo real.
Estos son algunos de los puntos a tener en cuenta. Obviamente, a todo lo aquí expuesto hay que sumarle uno más que es la paciencia y previsualización. Ni que decir que, la postproducción siempre es un punto final para acabar nuestras imágenes y darle el aspecto exacto que deseamos.
Hay que recordar que, las personas forman parte de este tipo de fotografía, y ellas si que varían en la escena no comportándose siempre de la misma forma, por lo que lo fácil es estudiar el entorno… pero las personas cuestan algo más…